La crisis económica y los cuatro millones de parados, que tanto nos asustaban la semana pasada han desaparecido de la prensa escrita y de las televisiones. Y por tanto han desaparecido de nuestras vidas, ahora ya da igual. Ya no tememos morir de hambre y en la calle, ahora tememos morir por una gripe...
Sí, simplemente es una gripe más. Cada año hay más de medio millón de enfermos de gripe en nuestro país y nadie fallece. Y por supuesto nadie se alarma.
En seguida se han puesto cifras de que hay cientos de fallecidos en México por la gripe porcina, cuando en realidad sólo están confirmados 20 muertos por ésta. Todos los casos de muerte por neumonía o problemas respiratorios se han atribuído a los puercos. También hay que destacar que no ha muerto nadie más fuera de México.
La psicosis es tal que se están agotando las mascarillas y los medicamentos en todos los lados. Derrochemos.
Hoy en un diario digital he leído un comentario de una persona que me ha llamado mucho la atención, decía más o menos así:
"Cada día mueren 3000 personas por la malaria y no nos asustamos tanto."
Yo añado un par más: el sida y el hambre. ¿Cuánta gente morirá al día por la enfermedad o el motivo que sea? Yo respondo, nos dá igual. Nos dá igual porque esas noticias no nos invaden en los telediarios, en los avances informativos, en los diarios, en los programas de cotilleos...
Le doy dos semanas. En dos semanas vamos a ver en la prensa el nivel de alarma de la gripe.
Me quedo con este estupendo texto de Isaac Rosas de su blog Trabajar cansa.
La humanidad asiste a sus últimos días, ya podemos ir despidiéndonos. Los últimos humanos que conseguimos sobrevivir a la gripe aviar (que devastó medio planeta años atrás), a las vacas locas (que diezmó la población europea hace una década) y al efecto dos mil (que extendió el caos en occidente), vemos cómo la gripe porcina puede ser el tiro de gracia final, a la espera del meteorito que siempre está a punto de chocar contra la tierra.
Por cierto, el jueves me voy de barbacoa con los amigos, me voy a hinchar a comer carne, a ser posible, de cerdo.
Saluditos.
